El bruxismo es un trastorno que consiste en el acto de apretar o rechinar los dientes de manera involuntaria, especialmente durante el sueño, aunque también puede ocurrir durante el día. Este hábito puede causar desgaste dental, dolores de cabeza, sensibilidad dental, y daño en los dientes y las encías. En algunos casos, el bruxismo también puede afectar las articulaciones de la mandíbula.

Por otro lado, la ATM (Articulación Temporomandibular) es la articulación que conecta la mandíbula inferior con el cráneo, permitiendo los movimientos necesarios para masticar, hablar y abrir la boca. Los trastornos de la ATM, también conocidos como trastornos temporomandibulares (TTM), se refieren a una serie de problemas que afectan esta articulación, lo que puede causar dolor, rigidez, chasquidos o bloqueos en la mandíbula, y dificultades al masticar o hablar.

Ambos problemas, el bruxismo y los trastornos de la ATM, pueden estar relacionados entre sí, ya que el bruxismo puede generar o empeorar los trastornos en la articulación temporomandibular, provocando dolor y disfunción en la mandíbula.